Algunos pocos integrantes de las tres generaciones más grandes del Liceo se unen con el objetivo de hacer Misión, en un movimiento llamado JUMIR ( Juventud Misionera Rubattiana). Hacen un tiempo en su rutina semanal y sin que nadie los presione, por voluntad propia se comprometen ayudar con completo desinterés a la comunidad.
En los primeros días de abril, aparecieron en los pasillos del Liceo San José de la Providencia carteles y afiches que exhortaban a los alumnos de cuarto, quinto y sexto de secundaria a anotarse en la sala de catequesis para participar del movimiento JUMIR.
Semanas más tarde todas las clases entre cuarto y sexto, habían recibido la visita de un representante del movimiento que les explicaba de que se trataba el mismo y los invitaba a anotarse.
Como su nombre indica JUMIR es un movimiento que busca juntar jóvenes para hacer Misiones, es decir, para ayudar a los más necesitados. El término Rubattiana hace referencia a la congregación religiosa a la que pertenece el Colegio ( Hermanas Capuchinas de la Madre Francisca Rubatto).
Existen tres grupos de JUMIR en el liceo, uno correspondiente a la generación de cuarto, otro a la de quinto y por último uno a la de sexto de liceo. Cada uno de estos grupos se reúnen por separado y se plantean sus propias metas específicas, aunque hay un sentido común, que es salir a ayudar.
Por un tema generacional, esta nota hará hincapié en el que integran los alumnos de sexto de liceo, que se reúne los martes desde las cuatro y media de la tarde, hasta las seis y media aproximadamente. Este grupo es liderado y dirigido por Jonathan y Daniela y cuenta con la presencia de Leonardo, otro adulto, cuyo aporte a la causa no debe ser despreciado en lo más mínimo, según las fuentes consultadas.
En las primeras instancias, este grupo misionero, se ha dedicado a realizar actividades de reflexión y de charla, sin salir del colegio. Trataron temas como lo que le gustaba hacer a cada uno, lo que pensaban de la vida en general y de las suyas propias, y otros asuntos similares. Se generaron instancias para que cada uno compartiera sus sentimientos e ideas.
Si bien en una primera impresión, pareciera que este tipo de actividades se aleja del objetivo primario del movimiento (ayudar al necesitado), esto no es así, si se valoran estas instancias como una preparación para los voluntarios; como un vehículo de conocimiento individual y grupal que les permite prepararse para encarar la misión con responsabilidad y compromiso.
Al respecto, un integrante del mencionado grupo, nos explicaba que para ayudar a los demás y que la Misión resulte efectiva y productiva es muy necesario la unidad del grupo, que cada uno de los miembros se solidarice con el resto, de lo contrario “...iríamos a lijar y pintar por ahí y cada uno estaría en la suya y así no sale nada, no vamos a ningún lado...”.
De todas formas, mientras trabajaban en conocerse y fomentar una fuerte unidad entre ellos, estos jóvenes salieron de los límites del Liceo para realizar una misión. Fueron a la escuela Nº 40 y con la ayuda de alumnos del Liceo Don Bosco y el de Nuestra Señora de Lourdes lijaron y pintaron muebles de esta humilde institución.
Los alumnos que integran este grupo de sexto de JUMIR son: Camila Ruiz, Ana Lía Cal, Lucía Viñas, Verónica Búa, Paola Servetti, Joselín Sosa, Daniela Tozzo, Valentina Núñez, Gonzalo Galindo, Rodrigo Décima, Florencia Di Benedetto, Damián Lugaro.
Juan Pablo Traverso
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